LA BURBUJA INMOBILIARIA DE 2008


La crisis de 2008 provocó en España una gran recesión que hizo que muchas familias se quedasen sin sus hogares, que el paro llegase a niveles impensables y que el precio de la vivienda se disparase de tal forma que la gente se hipotecaba de por vida, entre otras muchas más consecuencias.
Para entenderlo, debemos buscar lo que provocó esta gran crisis.
En primer lugar, el presidente Aznar decretó la ley de suelos en 1998 mediante la cual se permitía el uso de terreno rústico para construir edificios. En un primer momento todo parecía marchar bien: aumentó la oferta de casas por lo que su precio bajó y muchas personas en España pudieron permitirse adquirir su propia casa, entre ellas muchos jóvenes. Por otro lado, el paro se redujo, ya que la construcción de estas viviendas proporcionó mucha oferta laboral.
Pero claro, todo esto también trajo una parte negativa consigo: miles de jóvenes dejaron los estudios para irse a trabajar a la construcción.
Imagen original aquí
Aún así nadie se preocupó en aprovechar la buena situación de país para poder invertir en I+D.
Posteriormente, en 2002 Aznar aprobó una reforma laboral que permitió a los empresarios abusar de sus trabajadores pagándoles lo mismo mientras el paro seguía reduciéndose. A su vez, también el precio de la vivienda seguía subiendo, pero nadie se preocupó debido a que los bancos concedían créditos a tutiplén para poder comprar viviendas. Es más, muchos empresarios que llevaban a cabo actividades ilegales usaron la compra de vivienda para blanquear su dinero negro.
Todo esto llegó a un punto en el que por el año 2005 España construía más viviendas que Alemania, Francia e Italia juntas.
El precio de la vivienda por este año seguía en aumento, en contraposición a los salarios de los trabajadores, que estaban congelados (más datos aquí).

Imagen original aquí
Por el año 2007 era la deuda la que financiaba el crecimiento de España, como observamos en el siguiente gráfico:
Imagen original aquí

Finalmente, en el año 2008 estalló la burbuja y el Banco Internacional dejó de dar dinero a las cajas de ahorro que, a su vez, dejaron de conceder préstamos. Por esta razón, las familias dejaron de poder pagar las hipotecas, quedándose muchas de ellas en la calle y todo esto produjo que nadie pudiera permitirse una casa. Como consecuencia, la oferta de trabajo se redujo y las empresas despidieron a miles de trabajadores, muchos de ellos sin formación académica lo cual les impedía poder desempeñar otros oficios. Por todo ello, el PIB alcanzó valores negativos.

Imagen original aquí
Imagen original aquí
La Gran Recesión de 2008 causó estragos en el país de tal magnitud, que diez años después, aún no nos hemos recuperado del todo.

Comentarios